Un pasaje antes del 30

Seducido por el olor y la debilidad de la carne, vuelvo de nuevo, a pensar en ocasiones pasadas, dichosas para cualquier ser humano que, con todos sus sentidos, apreciara cada suspiro que sintiera en sus entrañas. Y la primavera suspiró de nuevo a mi alrededor, con sus carnes fogosas y sus flores tan delicadas convertidas en cuerpos que se sumieron en las debilidades del corazón, para volver a sentirse amados por heridas del amor, noches dichosas de honestidad falsa; Y es esa la clave para que, el amor, entre en los vacíos que la sinceridad no llena, y así de igual, con el mismo deseo por el cuál llegué a amar, deseo fundirme en el Leteo que significa estar a merced de tu alma. Fundo en mi corazón, el sentimiento de la falsa pasión, cómo, si va a morir cada noche el hombre, aspirando a soñar con caminos sagrados, que lleven historias de tributos, que lleven en sí, el camino hacia tus ensoñados espacios de piel sagrada, olores de sueño basados en las nubes de Morf...

De repente, todo se sintió bien otra vez. No habían pesares, mi cuerpo expulsaba todo rastro de culpabilidad, y mi mente se fundía con el movimiento de mi mano rimbombante. Al parecer, a mi gato no le gustó tal cosa, venir de otra dimensión a través de pasajes agujereados del in ter-espacio para encontrarse con el olor del sexo que tuvimos mi acompañante y yo, seguro el pensaba que yo no me sentía nada bien, otra vez, a lo mejor el pensaba que tenia pesares y mi cuerpo expulsaba todo rastro de culpabilidad, pero no, sólo fue mi acompañante la que me hizo sentir de nuevo, en tal forma, y mi gato con sus pensamientos aburridos sólo se puso a pensar que me estaba masturbando solo. De repente, en un rictus horroroso, mi gato tomó a mi acompañante tras haberse transformado en un ser peludo con, claramente, su propia cabeza (aunque pensé que normalmente su cabeza era desproporcionada a su cuerpo) y se colocó de tal forma que me cagué del miedo, tuve que gritar e ir a mi cocina para prepar...