Un pasaje antes del 30

Una voraz muerte acecha en el cielo, es el peso.  De mi anhelo surgen vientos de victorias, victorias ensangrentadas en lo profundo de mi mente, dicen: lo que añoro, una voraz muerte venida desde nuestro cariño. Y pienso en el futuro, humilde servidor del hombre, y a la vez, gigante eterno que estremece con sus fauces, el amanecer. La muerte es el destino. II Y de ahí te pronuncio las canciones en los mismos lugares, vivo a tu lado en la Luna y sacudo tu melena en los ocasos soñados. Y como humano, muevo mi cuerpo a través del ojo del destino, no sobrevivo. No porque te haya amado, sino, porque te amé y me vi perdido, en aquella muerte que venía desde el cielo, que era mío y tuyo, en las fauces de nuestro paupérrimo Destino.

Las primeras fases del nacionalismo venezolano las podemos identificar de manera clara y con abundantes fuentes desde 1800 hasta 1830. En América Latina predominó el avance de las identidades como una manifestación de la libre determinación e independencia, que no solo creó, libró, y dividió a naciones enteras, sino que le dio un nombre y cultura propia a extensiones territoriales que ni siquiera les pertenecían a los que allí vivían. Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Rafael Urdaneta, José Antonio Páez, y paremos de contar; fueron personajes ilustres en sus momentos, personas con una visión de propiedad, en este caso, la Nacionalidad y su nombre. La práctica y el error, fue en este caso, las numerosas repúblicas y uniones de naciones en américa latina, como la herramienta para el descubrimiento de nuestra posición, geo-políticamente hablando. La sola necesidad de identidad, ha impulsado la formación y el forje de naciones enteras. India, Pakistán, Ucrania, Filipinas. Todas esta