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Mostrando entradas de septiembre, 2017

El Hombre en el Castillo - Philip K. Dick (Descarga del libro)

Preservando las bases de la ciencia ficción siempre es bueno rendirle homenaje a hombres como Philip, que con sus grandes obras ha inundado las mente de grandes fantasías, como a mí. El experto que hizo mucho con poco, relató de gran forma Otro Final, y no podría ser más que el de la Segunda Guerra Mundial. A veces los intelectuales se quejan de buena manera, de las imposibilidades impuestas de este mundo, como el Internet o el suicidio masivo, ¿Qué habría sido de la Tierra si no hubiesen ganado los que gobiernan hoy día? Creo que no mucho, quizás nadie de nosotros estuviera buscando este libro, creado en el seno del capitalismo por un drogadicto. La historia transcurre desde la perspectiva de varias personas: judíos que hacen de sus naciones un mejor lugar, italianos demostrando su mentira y deshonor, japoneses alegando pulcritud y aplicando el suicidio como solución. De igual forma, hay cosas que no se pueden evitar mencionar acerca de este libro: El trabajo arduo siempre se

Exquisito pesar (Número perdido)

"Hay que hacerlo molestar, es la única forma por la que puede morir"  Me apresuro. Era una playa, un golfo, había mar, es un maldito sueño, ¿Cómo puedo estar seguro de decirte lo que es? Además, el color era muy extraño, ámbar claro, azulado, como si pudiera tener la última oportunidad de morir en ese mar, me llamaba.  El edificio estaba poseído por la última fuerza malévola del universo, quedaba muy cerca de una carretera infinita, que a veces se convertía en autopista, otras veces en carretera. Llegué caminando al desolado lugar pareciendo un actor famoso con una gran ametralladora ¡COSA MÁS GRANDE! Sólo tenía algo grande como mi mente ayudándome a soñar cosas innecesarias, solitario y seco de mente + músculos = No era una buena combinación. Las casas se alzaban coloridas, como el sol cuando muere y su única esperanza de vivir es en la mirada de ineptos soñadores como yo, pues, ¿Quién más recordaría fácilmente los últimos colores de nuestro Sol sino fuera por nu