Sueño (Poema Nrº4)
Te encontré, al pie, a la falda, en las montañas,
boina roja y una saya de algodón que daba calma,
te encontré, bella y adormilada por las flores del camposanto
en la falda de la montaña.
Besé tu tierno labio, uno sólo, porque uno, es calma.
Besé tu otro labio, en calma, a la falda de la montaña.
El poniente se alzaba dominante, las montañas, el lago, y tu hermosa calma
No puedo sino amarte con locura, tierna amiga, sin cadenas, con desdén a tan hermosas montañas
Te tengo que amar, oh tierna, boina roja, en la falda de la montaña.
Una cabaña se alzaba, entre la grama; jugueteaba con tu falda, ¿Por qué?
Preguntabas, cada vez que yo jugaba, con tu cabello, tu boina, y tu piel, al pie de la montaña.
boina roja y una saya de algodón que daba calma,
te encontré, bella y adormilada por las flores del camposanto
en la falda de la montaña.
Besé tu tierno labio, uno sólo, porque uno, es calma.
Besé tu otro labio, en calma, a la falda de la montaña.
El poniente se alzaba dominante, las montañas, el lago, y tu hermosa calma
No puedo sino amarte con locura, tierna amiga, sin cadenas, con desdén a tan hermosas montañas
Te tengo que amar, oh tierna, boina roja, en la falda de la montaña.
Una cabaña se alzaba, entre la grama; jugueteaba con tu falda, ¿Por qué?
Preguntabas, cada vez que yo jugaba, con tu cabello, tu boina, y tu piel, al pie de la montaña.
Comentarios
Publicar un comentario