Reuniones (Dichas Nrº1)

Son las 10 de la noche, una amiga nos acompaña. Ella siempre ha sido una persona que le gusta ir a fiestas, estar con gente de dinero (Por así decirlo) Y estar con personas que escuchan otros tipos de música, esos que no suenan a ruidos baratos, distorsiones, o sacados de una lavadora (Rock y sus derivados).

Pues estamos 4 mas ella, no la pasamos mal, pero la hemos pasado así durante mucho tiempo, y sin nadie que nos preste atención. La Fortuna no nos sonríe, y recordamos con mucho anhelo ser niños de nuevo.

No hay alcohol, no hay dinero.

Estamos en plena crisis del socialismo, y no encontramos siquiera una excusa para vivir, excepto el punk.

Todos nos reímos, quizás no sepa mucho del género, pero la risa calma nuestros deseos y nos hace pensar en lo estúpidos que somos a veces. Nos pasamos la noche pensando en cómo mejoraríamos nuestro mundo y el planeta, quizás, pasandole la mala suerte al otro. Y es que nada nos resulta, pero resulta que todos amamos a una mujer, bella, de ojos castaños u ojos negros. Pero jamás las tenemos. O jamás nos han pertenecido. Y me dirán, ¿Qué tiene que ver todo eso?

Pues nada, queridos polluelos.

Quizás ya hemos encontrado a esa persona, pero jamás sabremos hasta que llegue el momento. Quizás esa persona que nos calmará el juicio y nos llevará hacia un valhalla entre sus piernas, lechosas, morenas, ¿Qué importa? Lo que realmente tiene peso en nuestras vidas es el seguir fumando, bebiendo, y escuchando rock duro. Como siempre.

Aunque de vez en cuando no somos así, tan deprimidos, muchachos. No rodeamos de lo que es y no es al mismo tiempo. De que la única verdad es que necesitamos a alguien del otro sexo a nuestro lado, pero, ¿Por qué debe ser así? Cuánto podemos esperar, eso sí que no lo sé.

Allá en el futuro que también puede ser pasado, allá en los edificios del anarquismo económico, ahora mismo mientras leemos esto, se encuentra una de nuestras acompañantes, deseando lo mejor para nosotros, y nosotros, deseando lo peor para ella. Yo sé que no os aguantáis las ganas, pues se acordarán de mí cada segundo después de esto. Y es que cada vez que nos reunimos, nos sucede esto. No sentamos en un poste de luz a beber, a soñar y a desahogarnos, pero este no tiene luz, como nosotros no tenemos a ese amor. Yo tuve un amor, sí. ¿Pero qué es el amor sentimental al final? Si lo que queda es el recuerdo del roce de piel, y el toqueteo de las orejas. ¿Quién puede olvidar un beso en el cachete? Pero las palabras sí se van como el viento, lo sé. Pero el alcohol, unos cigarrillos más las estrellas son regalos suficientes antes de que lleguen ellas y acabe nuestras reuniones de desdichas.

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