Desdichas (Poema Nrº9)
Sigue entregando todo...
Entre mi amor y yo se levanta un mar,
inconmensurable como el deseo que tengo de estar a su lado
Entre mi amor y yo hay mares, pero no existen los males
que perjudiquen a los verdaderos sentimientos, más que personales
son cosas que se saben; que tú sabes, que todos saben
Que entre mi amor y yo existe un gran mar, pero que no existen tales males.
II
Que me odias, o que me engañes, todos pueden decir eso
¿De qué les vale? Si el único que te conoce eres tú mismo, y esos besos que me envías
cada tarde.
Entre mi amor y yo se levanta un mar, cada kilómetro del mar es una pared
cada pared tiene un martillo diferente con el cual romper, todos esas cosas que no son veraces,
que no son verdades
Que entre los amores lejanos no existe el amor, y que son lejanos porque son en vano.
III
Digamos que les creemos, para mantener ciertas verdades,
que tú me engañas, que yo te quiero, que tú me quieres, y todos me engañan.
Digamos que nuestro amor es imposible, y que salga de nuestra boca, pero
que de nuestro corazón salgan aquellas palabras, aquellas acciones que hagan callar
cualquier boca.
IV
Vamos, eterna compañera, vamos, eterno compañero,
a darnos ese beso, a entregarnos en cada mar, todo mal que nos hagan callar las bocas
y dejemos que hable con besos
nuestro anhelo.
Entre mi amor y yo se levanta un mar,
inconmensurable como el deseo que tengo de estar a su lado
Entre mi amor y yo hay mares, pero no existen los males
que perjudiquen a los verdaderos sentimientos, más que personales
son cosas que se saben; que tú sabes, que todos saben
Que entre mi amor y yo existe un gran mar, pero que no existen tales males.
II
Que me odias, o que me engañes, todos pueden decir eso
¿De qué les vale? Si el único que te conoce eres tú mismo, y esos besos que me envías
cada tarde.
Entre mi amor y yo se levanta un mar, cada kilómetro del mar es una pared
cada pared tiene un martillo diferente con el cual romper, todos esas cosas que no son veraces,
que no son verdades
Que entre los amores lejanos no existe el amor, y que son lejanos porque son en vano.
III
Digamos que les creemos, para mantener ciertas verdades,
que tú me engañas, que yo te quiero, que tú me quieres, y todos me engañan.
Digamos que nuestro amor es imposible, y que salga de nuestra boca, pero
que de nuestro corazón salgan aquellas palabras, aquellas acciones que hagan callar
cualquier boca.
IV
Vamos, eterna compañera, vamos, eterno compañero,
a darnos ese beso, a entregarnos en cada mar, todo mal que nos hagan callar las bocas
y dejemos que hable con besos
nuestro anhelo.
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