Más allá del horizonte (Exquisito pesar Nrº4)
La puerta de madera me parecía extraña desde el suelo de mi baño, el mal olor no predominaba, no tenía olfato, tantas cajas de cigarros me han jodido el estómago, pulmones y laringe. Aunque todo es temporal, yo no me preocupo. A veces siento mi propia vida como un sueño, algo que no es de aquí ni de allá. ¡Quieres morir en todo momento! Pero no es cierto, eso es una estupidez que la sociedad ha inventado, para deshacerse de los tontos, los que se dejan llevar muy fácilmente, aunque sin saberlo, el capitalismo nos salva de la destrucción social, me salva de muchas personas, de mi mismo. En mi sueño escapaba una y otra vez del temblor de mis piernas, saltaba y quería volar hacia el cielo para no sentir el caminar hacia mi casa. En el sueño, las explosiones me dejaban sordo y cubrían todo lo que veía, me cubrían a mi con su calor, aunque de todos modos pierdo el oído con su voz, y aunque suene repetitivo, todos los días olvido cómo habla. La maldición no es estar ...