Nacionalismo Venezolano, ¿Un avance tangible o una representación del fascismo? (Ensayo, tercera parte)
Una de las cuestiones más importantes en este país ha sido la politiqueria y el petróleo como bases fundamentales para la obtención de dinero, es decir, las bases económicas de Venezuela tienen sus fundamentos en simples relaciones sociales-monetarias de caracteristicas culturales muy predominantes tales como la obtención de un trabajo en el Estado Venezolano, aumentando en sí, las proporciones de divisas que se invierten en las instituciones estatales y desviando de una manera tan sorprendente, cantidades enormes de dinero que solamente van a parar a una clase política que se contradice ella misma.
El Gobierno es Estado, el Estado es Gobierno. Un partido domina el Estado, el mismo partido tiene a la Oposición trabajando para ella. El Gobierno va en contra de la Oposición y esta misma atenta contra esa relación.
No se puede vivir en un país donde se gasten millones de dólares en una propaganda que devora la conciencia social del mismo, permitiendo así el florecimiento cada vez más agonizante de las propuestas independientes que separan y desgarran el tejido social de los Estados Venezolanos y sus localidades. Las alianzas políticas, caracteristicas de un país en crisis, ha determinado nuevas líneas de acción. El Nacionalismo Venezolano se tiende a perder en su rumbo simplemente por la no-acción y el encierro ideológico que han tomado ciertos personajes en la política venezolana. En mi caso, ha sido decisión propia, incursionar y realizar política activa desde otras agrupaciones políticas que me permitan tomar una cosmovisón muy diferente, que está ligada a la idiosincracia.
Como hijos de una misma nación, tenemos la responsabilidad de acaparar todo el trabajo, dedicación y tiempo que podemos otorgar, a la recuperación, en este caso, de Venezuela. No es momento de dudar como una simple vía de escape para no relacionarnos con el sentir venezolano.
De cierta forma, una alianza política se dedica a encontrar objetivos en común. el Nacionalismo no permite este tipo tipo de alianzas, si no es el caso de que, esa alianza incluya a todos los sectores de la sociedad basándose así, un funcionamiento dado, en la Teoría del Constructivismo. Como sociedad, nos hemos dedicado, desde el descubrimiento del petróleo, a aprovecharnos y al mismo tiempo desaprovechar todas las oportunidades que se nos han dado para la edificación de nuestras propias bases económicas, sociales y culturales. Debido al gran robo que se ha hecho en las últimas décadas por parte de gobiernos ineficaces que basan su poder en las relaciones clientelares distorsionadas, dando como resultado, en la actualidad, un Estado Venezolano discrecional, burocratizado e ineficaz en todo sentido. Una última consecuencia ha sido la pérdida de valores, que ya todo venezolano está consciente aunque en su ineptitud educaional no ha aportado nada aparte de la crítica.
En las universidades venezolanas se ha estado cuagulando el sentir nacional, más que sentir pena por las personas, se siente por el país, ¿Qué quedarán de nuestras riquezas? ¿A cuáles manos irán a parar? ¿Somos los estudiantes capaces de catalizar los cambios sociales? Se propone un proyecto eduacional/cultural desde los jóvenes.
El Reaccionismo y la Contrarrevolución como único medio de escape a la cultura socialista dedicada al control de las masas.
Aunque el objetivo de este pensamiento ha sido la discusión de ese gran problema que nos está aquejando: La política y el petróleo como forma de vida del venezolano. Que incluso, en los discursos políticos más jóvenes está latente esa exageración y confianza que se le tiene a la obtención de beneficios del petróleo y las diversas riquezas que nos pertenecen.
Como principio básico del sentir nacional, debemos primero confiar en las personas y en sus capacidades, en sus fuertes y apoyarnos en las debilidades. Más no debemos confiar nuestros recursos a gente capacitada del exterior. Invirtamos entonces en la educación de los venezolanos, invirtamos en sus calles y en los parques de Venezuela. Invirtamos en proyectos ambiciosos: Una nueva capital, una nueva formación supraestatal entre Colombia, Panamá, República Dominicana y Ecuador como sostén económico regional, invirtamos en la cultura venezolana, si no tenemos, vamos a crear una.
Si necesitamos nuevas carreteras, se harán. Si se necesitan nuevas ciudades, se harán, si se necesita todo ese esfuerzo, pues entonces, llamemos al venezolano que está olvidado en el interior del país a que nos acompañe, en la nueva creación que nos depara.
Un gran problema a enfrentar es el estructural financiero, del cual, quien los predomina son ciudades como Caracas, Valencia, Maracay que no otorgan al Producto Interno Bruto ni un 15% en remuneraciones de lo que entra en sus presupuestos. Todo proviene de ciudades dormitorio donde se encuentran la verdadera industria venezolana, pero que a su vez, tienen muy poca inversión en vialidad e infraestructura.
Toda solución es diferente a la otra. Todo depende de la región, ya sea Occidental, CentroOccidental, NorOccidental, Oriental. Apoyémoslos, a todos esos venezolanos que quieren una mejor Venezuela, pero que a su vez, quieren la Libertad para tenerla.
El Gobierno es Estado, el Estado es Gobierno. Un partido domina el Estado, el mismo partido tiene a la Oposición trabajando para ella. El Gobierno va en contra de la Oposición y esta misma atenta contra esa relación.
No se puede vivir en un país donde se gasten millones de dólares en una propaganda que devora la conciencia social del mismo, permitiendo así el florecimiento cada vez más agonizante de las propuestas independientes que separan y desgarran el tejido social de los Estados Venezolanos y sus localidades. Las alianzas políticas, caracteristicas de un país en crisis, ha determinado nuevas líneas de acción. El Nacionalismo Venezolano se tiende a perder en su rumbo simplemente por la no-acción y el encierro ideológico que han tomado ciertos personajes en la política venezolana. En mi caso, ha sido decisión propia, incursionar y realizar política activa desde otras agrupaciones políticas que me permitan tomar una cosmovisón muy diferente, que está ligada a la idiosincracia.
Como hijos de una misma nación, tenemos la responsabilidad de acaparar todo el trabajo, dedicación y tiempo que podemos otorgar, a la recuperación, en este caso, de Venezuela. No es momento de dudar como una simple vía de escape para no relacionarnos con el sentir venezolano.
De cierta forma, una alianza política se dedica a encontrar objetivos en común. el Nacionalismo no permite este tipo tipo de alianzas, si no es el caso de que, esa alianza incluya a todos los sectores de la sociedad basándose así, un funcionamiento dado, en la Teoría del Constructivismo. Como sociedad, nos hemos dedicado, desde el descubrimiento del petróleo, a aprovecharnos y al mismo tiempo desaprovechar todas las oportunidades que se nos han dado para la edificación de nuestras propias bases económicas, sociales y culturales. Debido al gran robo que se ha hecho en las últimas décadas por parte de gobiernos ineficaces que basan su poder en las relaciones clientelares distorsionadas, dando como resultado, en la actualidad, un Estado Venezolano discrecional, burocratizado e ineficaz en todo sentido. Una última consecuencia ha sido la pérdida de valores, que ya todo venezolano está consciente aunque en su ineptitud educaional no ha aportado nada aparte de la crítica.
En las universidades venezolanas se ha estado cuagulando el sentir nacional, más que sentir pena por las personas, se siente por el país, ¿Qué quedarán de nuestras riquezas? ¿A cuáles manos irán a parar? ¿Somos los estudiantes capaces de catalizar los cambios sociales? Se propone un proyecto eduacional/cultural desde los jóvenes.
El Reaccionismo y la Contrarrevolución como único medio de escape a la cultura socialista dedicada al control de las masas.
Aunque el objetivo de este pensamiento ha sido la discusión de ese gran problema que nos está aquejando: La política y el petróleo como forma de vida del venezolano. Que incluso, en los discursos políticos más jóvenes está latente esa exageración y confianza que se le tiene a la obtención de beneficios del petróleo y las diversas riquezas que nos pertenecen.
Como principio básico del sentir nacional, debemos primero confiar en las personas y en sus capacidades, en sus fuertes y apoyarnos en las debilidades. Más no debemos confiar nuestros recursos a gente capacitada del exterior. Invirtamos entonces en la educación de los venezolanos, invirtamos en sus calles y en los parques de Venezuela. Invirtamos en proyectos ambiciosos: Una nueva capital, una nueva formación supraestatal entre Colombia, Panamá, República Dominicana y Ecuador como sostén económico regional, invirtamos en la cultura venezolana, si no tenemos, vamos a crear una.
Si necesitamos nuevas carreteras, se harán. Si se necesitan nuevas ciudades, se harán, si se necesita todo ese esfuerzo, pues entonces, llamemos al venezolano que está olvidado en el interior del país a que nos acompañe, en la nueva creación que nos depara.
Un gran problema a enfrentar es el estructural financiero, del cual, quien los predomina son ciudades como Caracas, Valencia, Maracay que no otorgan al Producto Interno Bruto ni un 15% en remuneraciones de lo que entra en sus presupuestos. Todo proviene de ciudades dormitorio donde se encuentran la verdadera industria venezolana, pero que a su vez, tienen muy poca inversión en vialidad e infraestructura.
Toda solución es diferente a la otra. Todo depende de la región, ya sea Occidental, CentroOccidental, NorOccidental, Oriental. Apoyémoslos, a todos esos venezolanos que quieren una mejor Venezuela, pero que a su vez, quieren la Libertad para tenerla.
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