Entiende las razones

(Al) Amanecer

El tiempo cambió
y mi mente sigue en la noche anterior
soy lo que amo, y te amo
no rompo mis piernas por saber que camino por ti
a tu lado.

La fría brizna de la madrugada me desnuda completamente
no parece realmente el día que dejé de ser un niño
aún pienso en la eternidad de mis padres como la promesa de ser inocente.

Mi estómago vacío anuncia mi esclavitud,
y la tuya, la de todos
no rompo mis piernas por saber que camino por ti
sabemos de dónde proviene la vergüenza, más sentirla no es mala ni sobrenatural
te dice que es humana, que eres humano.

Más sin embargo, no rompes tus piernas,
porque caminas junto a mi
y míranos, damos vergüenza en calles desoladas mendigando trabajo
el mundo a pesar de las balas y sus bombas, aún parece tan frío
como cuando dejamos de ser niños.

Y aún así me proteges de la desidia, vas por ahí, sobre trozos de vidrio
como si fueran simples flores, me llevas a cuestas, arriba y abajo
por qué tu amor es parte de mi.
Si tu amor es parte de mi, por qué no me ahogo cuando me llevas en ti
porque ya no reconozco la realidad de sentir si no es siendo feliz.

Deseo momentos eternos con nuestros amigos, y antes de pronunciar el último adiós, tú
también quieres una última aventura de ésas que solamente corrían como agua por tu mente
cuando eras una simple niña
me veías a lo lejos reír sintiendo no sé qués, inhalabas, y hasta te daba vergüenza temblar por mi.

Audaz, me creí incapaz de escapar, me imaginé eterno y pleno a tu lado, en momentos donde éramos más felices que incluso en el final feliz.

II

Anochecer

Sigo mi destino aún sabiendo que no me acompañas
te veo más nítida en la noche porque es cuando brillas en mis recuerdos
aún así me da miedo dormir, por terror a no poder pensar y el tener que apagar mi realidad es ilógico
por qué dormir si todos los días es un sueño para mi, hasta las pesadillas son mucho mejor,
al menos de ellas te librás.

En mi sueño no existe sino oscura plenitud de saber que no estás aquí
somos diferentes y en algún momento cuando escapábamos de las razones, creímos caer en el mismísimo infierno
el calor de nuestras mejillas nos abrigó bajo las estrellas deseosas, terrible pesadilla aquella, recuerda
nuestros primeros besos sinvergüenzas nos hizo despertar
mi querida con labios de miel, somos niños, somos unos simples niños que solamente acaban de darse cuenta que aún así
una simple promesa de amor, nos declara culpables de inocencia.

Ahora la noche cae apacible, expectante del rocío y nunca aparece
divago con el lápiz y el papel, me entrego al lujurioso alcohol
y mi adorada musa nunca me había parecido tan real, tan parte de mi
por qué tu amor es parte de mi.

A tu lado
          sonrío sin razón
                           y               
                             escapo de las infernales ruedas del auto que te recoge cual princesa.

A tu lado no temo del adiós y tampoco a mi cama solitaria
no rompo mis piernas porque camino junto a ti.

Interludio (Hora del Lobo)

He presenciado el perdón de mi madre, inmenso amor que me hizo no creer en dios
Yo mismo enterré al primer amigo, aquél que no dejó a mis lágrimas caer, un cánido
Aún sabiendo que ni me puedo mantener a mi, juré a mi hijo que sería eterno junto a él antes de verlo dormir
Todavía pienso inerte en todos aquellos amigos que prometí no perder, aún así, sigo caminando y ensanchando
los caminos diferentes que cada uno tomamos, y para la cortesía, un simple hasta luego digo que ha bastado.

Terrible, terrible sueño el que tengo aquí.

III

Amanecer

Porque camino junto a ti, no rompo mis piernas
el día tiene más de veinticuatro horas, debes aceptar que los días han de pasar.

No somos mimos egoístas o vivimos porque sí.
Tampoco dejamos vivir a los demás lo que el corazón siente en sí.

Yo no voy en busca de un destino tras tus huellas, hace tiempo la marea se las llevó
hoy he despertado de mi sueño y me he adentrado en la pesadilla.

Pero lo prefiero así, porque puedo ver tus suaves manos rozar mis mejillas y no dejar mis lágrimas caer
somos compañeros en un camino parecido, no eres mía completamente y no soy tuyo completo,
porque algún día la muerte no dudará al separarnos
pero déjala que sea feliz,
hasta las desgraciadas son felices, y la muerte es más humana de lo crees.

La muerte nunca nos separó, juramos ser felices a través del tiempo,

en todos y cada uno

en verdes parques, te he observado alzar tu delicada nariz y dejarte acunar por la brisa

dando un paseo y ni atenta de que te he visto pasar

escribiendo tus deberes he descuidado los míos

te he buscado nueve mil millones de veces jugando
y aún así no me canso.

Nunca me sentí más temeroso del sol, nuestro Astro
me muestra todo más claro, y mi mente más se estrecha
prefiero las noches de penumbra donde tú y yo somos reales,
porque cada despertar junto a ti es mi amanecer. 

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