Aurora

Más acá, cerca de nuestro Sol, más allá, lejos del que era nuestro hogar.

¿Existe tal cosa, tan masiva, que ni yo quisiera acercarme? Es observable desde lejos como algo que todos quieren, pero a la vez tan distante y monótono al tratar de entenderlo. Las auroras en Júpiter son eso, cosas tan maravillosas que parecen tener vida, pero a la vez, están tan muertas como aquellos que pudieron verlas alguna vez. Azul eléctrico que al instante te atrapa como una mosca que fija su vista en la luz ultravioleta; sinceramente sería el ser más afortunado si pudiera morir lentamente con cada partícula de mi cuerpo observando tal espectáculo. Que casualidad que sean azules siempre.

De tal imaginación brota algo inigualable, momentos que nunca se viven y si hubiesen vivido, ya mi mente los hubiese tragado. Aún no es tiempo para soñar con tales auroras, no es tiempo, en ningún momento, de apreciar esa obra.

Como si fuera a mirar algo vasto, es lo que justamente siento cada vez que muero, un poco más, quisiera que fuera al momento después de fallecer, que logre admirar auroras rodeando planetas inimaginables, y también planetas que estén cercas, corrientes puras de energía celestial que si te encontraras dentro de ellas, in vita, no serías más que un desgraciado por pedir tal deseo.

No, lo que yo siento es que muerto apreciaría más tal cosa, tal vista. Estando vivo, tendría que volver a un lugar, donde me quieran o no, igual tendría que estar ahí.

De tal manera es mi deseo de no vivir, porque siento que todo es lo mismo, vida o muerte, las dos se van fundiendo cada vez más en tu alma, como algo que no quisieras que esté, pero también te pertenece por derecho. Bastante extraño tal derecho.

Por eso la vida da malos caminos, la voy entendiendo poco a poco, mi pensar es sólo descifrarla, aunque ella tiene mas poder que yo, muerta, que viva, lo sabe, y por eso la muerte es su único castigo contra mí.

Como si de un círculo se tratara, como si de un remolino de partículas se tratase, me encuentro de nuevo atrapado por tal aurora, era azul cuando la vi, y ahora, estando aquí, contemplando poco a poco cómo crece, voy entendiendo que es difícil luchar contra la muerte y la vida a la vez, cuando no te sientes parte de ninguna de las dos, la única salida que tienes en tu mente es convertirte algo así tan simple como una aurora.






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