Demonio del Cinturón (Ceres)

Supe de ti sin ganas de saber, sin interés, sin nada, de ahí nació mi curiosidad, las ganas de saber y no ser mas un ciego en esta vida. Supe de ti sin saber qué era el cariño mal dado, sin recordar de dónde venía y hacia dónde iba, sin dejarme llevar en serio, porque todo lo hice a propósito. Supe de ti, después de todo éste tiempo tan corto, sin saber qué era despertar y pensar en alguien que no fuera el mismo. Supe de ti.

Sé quién eres, y no sé a dónde voy si sigo tan dormido. Sé que en algún momento acabaré con mi oportunidad, una de cabello negro, una de algo que sólo es una mentira en mi mente, simplemente viajo a través de todo el mundo, en mi mente, pensando en las probabilidades de ver una vez más lo que he vuelto a querer, para mí.

No me quiero dedicar de nuevo a pensar, porque todo lo que hago así sale mal. Dejé de ser impaciente en lo que necesita impaciencia, y ahora parezco un árbol, pegado a un suelo que sólo hace que muera, un suelo de mentiras donde tú y nadie más merecerá saber que existí.

Como si nada, volveré a cambiar de lugar, de hogar, de qué lugar y para qué lugar existo; no lo sé. Esta vez siendo lo mejor de mí, porque dí lo mejor de mi y ahora estaré en un buen lugar, lejos de todo, lejos de todo. Pero aún así, sigo pensando que todo esto lo hago por una simple rebeldía. Pensaré mejor en los que más quiero, que tal vez no he estado de la mejor manera, pero seguiré estando incluso para los que no me necesitan, todos necesitan.

Pienso en ti, Ceres, en la mejor manera que puedo pensar ahora, porque todo lo veo tan claro, aún así, maldita sea, sigo siendo el peor con las palabras. No te vayas de mí, no te desvanezcas en tu curso de nuestro sistema, eres mi suerte, incluso ahora cuando no creo tener suerte en mis hechos.

Creo que finalmente mi vida terminará, no soporto tanta presión, unos dos meses más y no sé qué será de mí, me quebranto y no encuentro a dónde ir, y trato de ser más feliz.

Ceres, tu oscuridad apaña lo que ha brillado.